viernes, 7 de agosto de 2020

NOS VAMOS DE VACACIONES

 Pues eso, en los próximos dias no subiré post, y si lo hago será de tanto en tanto, como mucho una vez a la semana, ya que nos vamos de vacaciones. Os espero a la vuelta. Besos a todos mis lectores. 

lunes, 3 de agosto de 2020

EL TRONO 2

Paso a contar la segunda parte de la entrada que publiqué hace unos dias que podeis leer aquí: https://secresumisa.blogspot.com/2020/07/el-trono.html

Amo Grey se acerca a su bolsa, que ha dejado en una silla a la entrada. Rebusca dentro y saca el Castigador. Sé perfectamente lo que va a hacer. Se acerca a mí, me besa suavemente y luego me pregunta:
- ¿Estás lista?
- Sí, Señor - le respondo.
Se situa a un lado y empieza a azotarme en mis labios vaginales con el castigador. Una, dos, tres veces, yo gimo y me revuelvo con cada golpe. Sé que lo que quiere es que mis labios se hinchen porque así estarán más sensibles cuando me someta a lo que tenga pensado hacer. Los golpes caen uno tras otra, a veces ni siquiera me da tiempo de respirar y recomponerme tras el golpe. Mis labios me duelen cada vez más. Tras haber llegado a los 30 azotes se detiene. Acaricia mis labios, mi sexo, y yo me estremezco.
- Perfecto - murmura.
Vuelve a la bolsa y saca el Majic Wand, se acerca a mí, lo enciende y lo pone sobre mi sexo. Siento la vibración y no tardo en estremecerme, cada vez es más intensa, Amo Grey va subiendo la velocidad, y en poco rato, estoy ya estremeciendome sin remedio, sintiendo la vibración entre mis piernas, el placer que va aumentando, mis gemidos que se expanden por la habitación. Pero justo antes de que llegue al orgasmo Amo Grey detiene el Magic Wand y lo aparta. Ahora acerca su boca a mi sexo y empieza a lamer, a meter su lengua dentro de mí, de nuevo el placer abriendose paso en mi sexo, quiero que chupe más, que lama más, mas fuerte, pero él va lento, a su ritmo, porque sabe que sino me voy a correr. Me tortura con su lentitud y yo suspiro y gimo. Quiero correrme y quiero hacerlo ya, pero él quiere demorar el momento, hacer que esta tortura dure un rato. Se aparta, me pega unas cuantas palmadas sobre mi sexo, para que mis labios vuelvan a hincharse. Ahora pasa un cubito de hielo, creo que ha cogido de la copa de coñac que llevaba. Todo mi cuerpo se estremece. Vuelve a la bolsa y saca las pinzas, me las coloca en los pezones, tira de ellas, y yo gimo, me retuerzo de dolor y me estremezco. Lleva el cepillo de dientes y lo pasa por mis tetas, sin quitar las pinzas, estan tan sensibles que no puedo parar de retorcerme. Baja con el cepillo hasta mi sexo, los pasa por mis labios, mi clítoris y yo no dejo de estremecerme y retorcerme excitada, no puedo más, le suplico:
- Señor, por favor, deja que me corra.
Él no dice nada. Sólo sigue moviendo el cepillo por mi sexo, mis tetas, haciendo que todo mi cuerpo se estremezca. Vuelvo a suplicarle, quiero liberarme, sabe que estoy a mil.
Me penetra con su polla, se mueve dentro y fuera unas cuantas veces, fuerte, deprisa y cuando sabe que me voy a correr, saca su sexo e irremediablemente el siento un orgasmo arruinado. Me convulsiono y gimo presa del placer. Y entonces él me besa, besa mi sexo y luego me desata y me toma en sus brazos. De nuevo la experiencia ha sido intensa, como casi siempre con él. Sabe como llevarme hasta el límite y hacer que todo sea intenso, muy intenso.