sábado, 25 de julio de 2020

EL TRONO

- Hoy tengo algo para tí - me dice Amo Grey, cuando llegamos al club.
- ¿Y que es? - le pregunto curiosa.
- Luego lo sabrás - me dice.
Tomamos una copa, él un poco de coñac, yo prefiero un vino blanco. Esos nos achispa y enseguida empezamos a coquetear el uno con él otro. Hasta que Amo Grey, toma las riendas de la situación y cogiéndome de la mano me lleva hasta la mazmorra que alquilamos de vez en cuando para jugar.
- Cierra los ojos - me dice antes de que entremos.
Obedezco y entramos. Él me lleva y me dirige. Nos paramos, calculo que debemos estar en medio de la sala, aunque en realidad, soy muy mala para orientarme cuando voy a ciegas.
- Abre los ojos.
De nuevo obedezco y frente a mí veo una silla que más que una silla parece un trono. Es de madera hermosamente tallada. Y el asiento y el respaldo de terciopelo rojo.
- ¿Qué es esto? - le pregunto sin entender demasiado bien para que nos va a servir.
- Se llama el trono de la puta. Y obviamente, la puta será tú. Así que este es tu trono - Me explica.
- Y ¿Cómo se supone que debemos usarlo? - le pregunto.
- Hoy estás muy preguntona. Desnúdate - me ordenó.
Obedecí y me desnudé.
- Ahora siéntate sobre la silla.
Lo hice. Y entonces Amo Grey, tomó mis piernas y me las abrió colocando cada una de ellas por encima de los brazos de la silla. Sacó una cuerda y me las ató por los tobillos, pasando la cuerda por debajo de la silla, de modo que mis piernas quedaron abiertas y no podía cerrarlas. Después, cogió mis brazos, saco otra cuerda, esta vez una más pequeña y me ató los brazos por detrás del respaldo de la silla. Estaba abierta y totalmente expuesta para él.
- Bien, ahora ya puedo jugar con mi puta - declaró, haciendo que me estremeciera. ¿Qué juegos habría ideado para mí Amo Grey?

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