sábado, 24 de abril de 2021

EL JUEGO DE LOS CONSOLADORES

Los consoladores están todos dispuesto en linea, uno tras otro, de más pequeño a más grande sobre el banco. Yo estoy desnuda, las manos atadas a la espalda y Amo Grey con sus pantalones de cuero puestos. Le sientan muy bien. 
— Bien, vamos a empezar el juego — anuncia — Siéntate sobre el primero mientras te lo introduces — me indica. 
Yo obedezco y me siento sobre el primero de ellos. Siento como entra dentro de mí. Es agradable, pero ni de lejos lo que sé que voy a sentir cuando me siente sobre el último y más grueso de ellos. 
— Muévete — me ordena. 

Lo hago y siento el consolador dentro de mí. Cuando me lo ordena, me alzo y el consolador sale, me acerco al siguiente y me lo introduzco dentro, deslizándome despacio sobre él. Es un poco más grueso, es agradable, me muevo, lo siento, me gusta. Repito el juego con los siguientes consoladores, uno tras otro los voy probando y cada vez estoy más excitada, cada vez más húmeda, gimo cuando me los introduzco, lo hago también cuando los saco, cuando me muevo sobre ellos. Es una agradable sensación y me gusta este juego. Quiero más, quiero moverme sobre ellos como lo haría sobre el pene de mi Amo, moviéndome sobre él una y otra vez hasta liberarme en el ansiado orgasmo. Pero no puedo, las instrucciones de Amo Grey son claras, solo puedo moverme cuando él me autoriza y siempre un leve movimiento. Amo me observa, sentado en su sofá que ha colocado al final del banco. 
Veo como se ha bajado el pantalón y ha sacado su polla erecta. Mirándome a los ojos me dice: 
—  Vamos, pequeña, está será la última no desistas, y sobre todo no te corras hasta que llegues aquí. 
Sus palabras me animan a seguir, a pesar de que cada vez es más difícil, porque estoy más excitada. 
Gimo, suspiro. Estoy llegando ya al último, y casi podré alcanzar la polla de mi Amo.  Me deslizo sobre el último, desciendo, lo siento. Es el más grande, generalmente no lo usamos mucho, precisamente por eso, porque es grande. 
— Venga que ya llegas — me anima Amo Grey. 
Me muevo un poco sobre la plástica verga y después me elevo haciendo que salga de mí. Espero, pues no puedo seguir sino me lo indica Amo Grey. 
— Vamos, lo has hecho muy bien, ahora esta ya es toda tuya — me indica y colocándome sobre él, mientras él me ayuda, me deslizo sobre su verga que altiva y erecta me recibe. 
Amo Grey me sujeta por las caderas y empezamos un baile de pasión, me muevo sobre su verga, la siento dentro de mí, como se desliza, como entra y sale de mí.  Por fin, me siento liberada. Amo Grey me sujeta y me abraza, sé que no tardará en correrse, al igual que yo, que cada vez estoy más cerca del ansiado orgasmo y efectivamente, en unas pocas embestidas, me corro igual que él. El juego ha terminado. 

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