martes, 15 de septiembre de 2020

ATADA

Usando las cuerdas de la mazmorra, esta vez Amo Grey, me ató de otra manera a como lo hace habitualmente. Me hizo inclinar, me ató las manos a la espalda con las esposas y luego, me ato las piernas juntas, dejándome doblada y con el culo listo para él.
- Estas tan hermosa así - dijo acariciando mi culo al terminar de atarme. Luego siguió hablando de las bondades del Bondage y de atar bien a una sumisa para tenerla justo como y donde quieras. Yo le escuchaba, restando expectante y a la espera de sus caricias o sus juegos. Pero esta vez no hubo juego, no hubo azotes ni caricias.
Amo Grey se bajó la cremallera del pantalón, sacó su sexo, y me penetró, me folló durante unos minutos. Y cuando yo empezaba a sentir el placer creciendo se detuvo. Salió de mi y se alejó. Se sentó en el sofá cogió un periódico y se puso a leer, dejándome allí, atada, expuesta. No sé cuanto tiempo estuve allí, atada, inmóvil, con mi culo desnudo y apuntando hacía él. Sólo sé que se levantó varias veces del sillón, que me follaba durante unos minutos, cada vez, los justos para que me excitara pero no llegara nunca al orgasmo, y cuando el ya no podía más, se puso delante de mí, sujetó mi cabeza e introdujo su polla en mi boca y me la folló hasta que se corrió haciendo que me tragara todo su semen. Luego me desató, dejándome sin orgasmo, sin placer y sin liberación. Me dijo que era un castigo, porque no me había puesto el collar al empezar la sesión. Ni siquiera me había dado cuenta.

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