Sin duda, mi Amo es un poco narcisista. Pero además también tiene un algo de voyeur. Así que allí estaba yo, arrodillada frente a él, con las manos atadas a mi espalda, y su polla en mi boca, mientras la chupaba y disfrutaba de ella.
Amo Grey, de pie, con los pantalones bajados y aún medio vestido se miraba en el espejo que tenemos en la habitación, o mejor dicho, nos miraba, nos observaba. Se deleitaba en la imagen que le devolvía el espejo. Apretó mi cabeza contra su verga y esta entró aún más en mi boca. Sentí que llegaba casi hasta la campanilla. Traté de aguantar la arcada y finalmente sentí como se corría en mi boca, haciendo que me tragara su leche.
Tuvo que ser espectacular la sensacion de recibir toda la leche caliente
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