jueves, 8 de octubre de 2020

TORTURA DE TETAS

A veces a Amo Grey le gusta torturar mis tetas para castigarme, sabe que mis pezones son sensibles y que me gusta que los acaricie y toque, pero también sabe lo que me desagrada que los torture. Así que ayer para castigarme se dedicó a torturarlos. 

Por la noche, antes de meternos en la cama, como siempre me hizo poner el collar, las medias y los tacones y me ató las manos a una cuerda que pendía del marco de la puerta. Mis tetas quedaron a su entera disposición. Primero cogió el flogger y empezó a pegarme sobre ellas, zás, zás, una y otra vez, haciéndome estremecer, cuando las cintas caían sobre mis tetas, sentía un dolor lacerante. No tardaron en aparecer las marcas y en ponerse rojas. Luego, dejando el flogger sobre la cama, se dedicó a tirar de mis pezones, con fuerza, estirándolos y haciéndome gemir. 

- Quiero que recuerdes este castigo mañana - decía mientras tiraba de mis pezones, pellizcándolos con fuerza. Yo gemía adolorida. 


Sabia como pellizcar para que de verdad doliera. Pero el dolor además de molestarme, me excitaba. Era una mezcla de sensaciones, entre dolor y placer. A continuación fue a buscar las pinzas con cadena que tenemos. Y me las puso en los pezones, nada más ponérmelas ya empecé a sentir el dolor. La verdad es que las pinzas en los pezones es lo que menos me gusta y por tanto un castigo perfecto. Cogió la cadena y tiró de ella y el dolor se intensificó. Me tuvo así con las pinzas tirando de mis pezones durante un rato, haciendo que cada vez me dolieran más los pezones. Quería que terminara, que dejara de torturarme de aquella manera. De repente, soltó la cadena, acercó sus labios a los mios y me besó. Luego, quitó las pinzas. Y sentí cierto alivio. Me hizo abrir las piernas y empezó a acariciar mi sexo, mis labios vaginales, mi clítoris. 

- Estas mojada como una buena puta - dijo. 

Y metió un par de dedos, me estremecí al sentirlos y gemí. Luego siguió masturbándome hasta que logró que me corriera en su mano, llenándosela de mis jugos. A continuación, le hice una mamada y se corrió en mi boca. 

Fue un castigo realmente torturador aquel, y además, que aún siento en mi cuerpo, pues aún me duelen los pezones, sobre todo si algo o alguien me los roza sin querer, bueno, no tan sin querer, ya que Amo Grey lo hace de vez en cuando para recordarme que no debo volver a fallarle. 


P.D: Os dejo algunos artículos sobre la tortura de tetas que son bastante educativos y explicativos: 

 https://infobdsm.com/tortura-de-tetas-con-las-manos/

https://cuadernosbdsm.wordpress.com/2014/07/31/256/

https://ideasqueayudan.com/tortura-de-senos-saber-practica-sexual/


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